Un hallazgo sorprendente ha puesto en evidencia la diversidad y la rareza de la fauna ibérica. Un fotógrafo aficionado de Jaén, Ángel Garrido Hidalgo, logró capturar por primera vez en la historia un ejemplar de lince ibérico leucístico en su hábitat natural, en una zona secreta de la Sierra de Jaén. Este raro felino, notable por su pelaje blanco con manchas y rayas oscuras, representa una variación genética de la especie, que hasta ahora solo había sido registrada en informes aislados.


¿Qué es un lince ibérico leucístico?
El lince ibérico leucístico no es albino, sino que su coloración clara del pelaje se debe a una anomalía genética conocida como leucismo, que provoca una pigmentación reducida en la piel y el pelaje. La imagen, capturada en una cámara de fototrampeo instalada en el área, muestra un animal que mantiene su aspecto salvaje, siempre en contacto con su entorno natural y sin signos de domesticación.
El ejemplar, llamado Satureja, nació en libertad en 2021 y ha logrado sobrevivir en un ecosistema en el que la población de esta especie en peligro de extinción ha logrado recuperarse en las últimas décadas. La región donde fue hallado sigue siendo un área de protección estricta para evitar molestias y preservar su bienestar. Este avistamiento confirma que aún hay secretos por descubrir en las selvas del sur de España.
Relevancia y futuras investigaciones
Este es el segundo caso conocido de un lince ibérico con esta peculiar pigmentación en Andalucía y el primero en documentarse con evidencia fotográfica y en video. Los expertos del programa de conservación del lince ibérico han expresado su asombro por el hallazgo y consideran que puede abrir nuevas líneas de investigación sobre la genética y adaptación de esta especie en su proceso de recuperación.
El hallazgo ha causado revuelo en medios nacionales y especializados en biodiversidad, destacando el compromiso con la conservación y la protección de esta emblemática especie que, tras caer por debajo de los 100 ejemplares hace más de veinte años, ha logrado recuperarse y expandirse en su hábitat natural.
Este descubrimiento no solo enriquece el conocimiento científico sobre el lince ibérico, sino que también reafirma el valor de la conservación y el esfuerzo colectivo para proteger a uno de los felinos más amenazados del mundo.
