Aunque en sus últimos enfrentamientos Liverpool era quien salía vencedor, Manchester City es el virtual campeón de Inglaterra, por lo que se perfilaba como favorito sobre los rojos; sin embargo, los de Pep Guardiola fueron humillados en la ida de cuartos de final de la Champions League.

Con 45 minutos de buen futbol y contundencia, Liverpool puso contra la pared al City, al vencerlos 3-0 y así poner un pie en la siguiente etapa; mientras que los de Guardiola esperan el milagro el próximo martes.

Fue el conjunto de Pep quien tuvo la primera de gol, esto al minuto 6, pero el disparo de Leroy pasó por un lado del arco.

Había iniciado mejor el City, pero fue Liverpool quien se encargó de romper la argolla, Walker disparó y el arquero Karius rechazó el esférico y éste le quedó a Mohamed Salah, quien de zurda definió el 1-0 al 11’ de acción.

El partido era de ida y vuelta, pero los del técnico español seguían desaprovechando oportunidades, mientras que Liverpool era certero, pues al 21’ Alex Oxlade-Chamberlain mandó un fuerte disparo con el segundo tanto de su escuadra.

El City intentó reaccionar, pero su defensa se encontraba descontrolada por las dos anotaciones, fue así que el rival aprovechó para aumentar la ventaja al minuto 31, que con una asistencia de Salah, Sadio Mané de cabeza colocó el marcador 3-0.

Aún así, antes de irse al descanso, City tuvo algunos intentos en el arco contrario, pero la puntería no estuvo fina y así partieron al vestidor, humillados en 45 minutos.

Ya en la parte complementaria, el City dominó, pero una vez más la puntería no era fina; más tarde, al 52’, las alarmas se prendieron para Liverpool, ya que Salah se lesionó y tuvo que salir del partido el seleccionado egipcio.

Pese a esta baja, ya todo era tranquilidad para la escuadra roja, pues se habían plantado bien a la defensiva, haciendo caer a su rival en varios fuera de lugar; la desesperación se apoderó del City y ya nada pudieron hacer para acortar distancias; tendrán que ir por el milagro en la vuelta de cuartos de final.

Este mismo día, el Barcelona goleó en el Camp Nou aunque sin tanto mérito propio como de su rival, la Roma, que marcó dos veces en propia puerta y así enfiló un 4-1 feliz para el equipo catalán.

Como es la costumbre, el cuadro “culé” fue quien propuso, pero enfrente tenía a un equipo que le cerraba los espacios. Al minuto 18, Ivan Rakitić generó la primera de peligro para los ‘blaugranas’, pero su tiro se fue al poste, mientras la Roma seguía defendiendo con su bloque de cuatro en la zaga y medio campo.

Sin embargo, el cerrojo se abrió por un autogol del capitán Daniele De Rossi, quien por evitar que el balón le llegara a Lionel Messi terminó mandándolo a las redes de su propio marco para el 1-0 al 38’.

Los ‘azulgrana’ mantuvieron su idea, a la espera de que el rival en desventaja abriera el campo, pero no sucedía y así se fueron al descanso.

Al 55’ vino el segundo regalo de la Roma, con Kostas Manolas, quien metió el balón a su arco para el 2-0. Tras el desaguisado, ya no le quedó otra al club italiano más que tratar de olvidarse del cerrojo, aunque pagaron caro el cambio de estrategia.

Corría el minuto 59 cuando a Gerard Piqué le cayó en el área un rebote y solamente empujó el esférico para poner el 3-0.

Ya con el marcador cómodo, la escuadra catalana bajó su ritmo y le dio a la Loba la oportunidad de ilusionarse con un gol al 80’ que acortó distancias por conducto de Edin Dzeko.

Pero el Barcelona solo se quitó la modorra y de nueva cuenta apretó, para que el uruguayo Luis Suárez colocara el 4-1 al 86′, a la espera de que el 10 de abril en la Vuelta en la capital italiana solo se mantenga la tendencia que los ponga en Semifinales.