Antoine Griezmann revivió al Atlético de Madrid. El francés colaboró con un tanto y una asistencia en la victoria por 2-0 sobre la Roma que mantiene al cuadro ‘rojiblanco’ con esperanzas de avanzar a octavos de final.

En el Wanda Metropolitano de Madrid no había una sola persona que no lo supiera ya. Chelsea acababa de endosar un 0-4 al Qarabag y dejaba escaso margen al Atlético de Madrid. Ganar para mantener sus esperanzas hasta la última jornada o ir haciéndose a la idea que por primera vez en cuatro años se quedarían sin octavos de final. Y durante más de una hora, esa pregonada ‘fe en los suyos’ abandonó a la afición, que ya los daba por eliminados.

Al Atlético le fallaba todo. La ansiedad era notoria en cada mal control y en cada entrega. En los repetidos fallos de todo aquel que intentó probar a Alisson Becker. Y como ha sido una constante en los últimos tiempos, especialmente en el Metropolitano, la tensión crecía con cada balón que salía desviado o, en su defecto, llegaba a las manos del arquero brasileño.

Pero llegó ese momento cargado de dramatismo tan del Atlético: revivió justo cuando más difícil parecía gracias a un sublime Antoine Griezmann.

Respondió a las críticas, los rumores y los crecientes reclamos de la afición después de dos meses sin marcar con un golazo de chilena cuando se cumplían 70 minutos del encuentro. De las rechiflas pasó instantáneamente a ganarse el grito de “colchonero” y casi la absolución total.

El Atlético siguió en guardia, pues también ha visto, y demasiadas veces, esa película donde se hace ganador tan solo para ver cómo le empatan en los últimos minutos por esa manía de echar el cerrojo en cuanto marcan un gol.

La Roma intentó levantarse, pero ya era demasiado tarde. El Atlético se había acordado de unir el talento en sus filas al coraje que habían mostrado durante todo el partido y poco antes del final vieron la recompensa con el 2-0 de Kevin Gameiro. Simbólico que fuera el francés, que juega poco y nada y había entrado de cambio casi como último recurso. Y más que fuera Griezmann el que le asistiera con un pase entre líneas.

Sin varios de los jugadores titulares habituales, incluido Lionel Messi que fue a la banca, el Barcelona se metió a Turín donde empató 0-0 contra la Juventus, punto que le aseguró la clasificación matemática a los octavos de final de la Champions League.

Fue un duelo ríspido, donde el Barça tuvo a Deulofeu, Paulinho y Luis Suárez como tridente ofensivo y en el que el más castigado fue artillero uruguayo, que recibió un par de faltas muy duras al 62’ y al 79’.

Aún así, el cuadro “culé” logró poner el balón en el poste derivado de un centro que ninguno de los delanteros pudo terminar de empujar a las redes.

En el segundo tiempo, al 55’ Messi entró de cambio por Deloufeu y aunque su presencia se notó con más peligro, tampoco encontró el resquicio en la defensa italiana para hacer un gol.

En tanto, la Juventus tuvo un par de opciones de la mano de Gonzalo Higuaín, pero la más clara fue un disparo de Dyabala al 92′ que puso el balón abajo en el poste izquierdo pero el gol no entró gracias a la atajada de Ter Stegen.

Con este resultado, el Barcelona llegó a 11 puntos en el Grupo ‘D’ y logró el pase a la siguiente fase, mientras que Juventus, con 8 unidades, marcha segundo, seguido por el Sporting Portugal y al fondo se encuentra el Olympiakos con solo un punto.

Lo hecho por el Paris Saint-Germain en la fase de grupos de esta Champions League es algo nunca antes visto en esta competición.

Jugados cinco de los seis partidos de la primera fase, los parisinos ya impusieron un nuevo récord con 24 goles a favor, dejando atrás a los 21 del Borussia Dortmund en la campaña pasada.

Este día, el PSG le metió siete al Celtic de Escocia, que podrá presumir ser el primer conjunto que le hace un gol a los franceses en la presente Champions.

Los dirigidos por Unai Emery son líderes del Grupo ‘B’ con 15 puntos y tienen seguro su cupo en los octavos de final.

Eso no es todo, ya que aspiran a ser el séptimo equipo que termina perfecto en la ronda grupal, sumándose así al Real Madrid (2011-12 y 2014-15), FC Barcelona (2002-03), Spartak de Moscú (1995-96), AC Milan (1992-93) y el propio PSG en 1994-95.

Actualmente, Liverpool es el segundo equipo más goleador del torneo continental con 16, seguido del Chelsea (15) y Real Madrid (14).