De acuerdo a observaciones de los satélites de vigilancia atmosférica, la capa de ozono, encargada de proteger a los seres vivos de la radiación solar, está actualmente en franca recuperación.
Y es que estas observaciones han arrojado datos verdaderamente significativos, los cuales están indicando una cierta recuperación del ozono, señala Viktoria Sofieva, investigadora del Instituto Meteorológico Finlandés.
La debilitación de este gas de color azulado, data de los años 70 del siglo pasado. La baja más importante se dio en la alta atmósfera, de cuatro a ocho por ciento del total cada década.
La función de este gas, que se forma en la atmósfera por la interacción de la luz solar con el oxígeno, es la de proteger la vida en el planeta de la radiación ultravioleta del Sol.
Cuando aumenta la exposición a ese tipo de radiación debido a la destrucción del ozono, puede producirse cáncer en la piel, cataratas y afectaciones en el sistema inmunitario humano, pero también se ven afectados animales, plantas y el fitoplancton microscópico.
Alterada por el uso de sustancias contaminantes, la capa de ozono, que va de los 11 a los 50 kilómetros por encima de la superficie terrestre, comenzó a disminuir con la baja más importante en la alta estratósfera.
Sin embargo, los acuerdos internacionales para reducir el uso de esas sustancias han permitido, de acuerdo a las mediciones, que se comiencen a detectar los primeros signos de recuperación, señala la Agencia Espacial Europea (AEE).
Con toda esa información combinada, se concluye que el deterioro en la alta atmósfera llega hasta 1997, pero a partir de ese año se registran tendencias positivas que muestran cierta recuperación.
La AEE adelantó que habrá nuevas mediciones continuas que permitirán mantener la vigilancia a largo plazo con la futura misión Altius.