Este miércoles se ha marcado un “hito importante”, afirmó Ahmet Üzümcü, director general de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ). Esto, al constatar y confirmar que Rusia ha destruido por completo su programa de armas químicas.
Con esto, la OPAQ ha terminado con la desarticulación de 39,967 toneladas métricas de armas químicas que poseía Rusia, al tiempo que Üzümcü, se dio tiempo de felicitar a la potencia europea, así como a los expertos participantes por su “profesionalidad y educación”, señalo la Organización en un comunicado.
Para Üzümcü, este hecho supone “un hito importante en el logro de los objetivos de la Convención sobre las Armas Químicas”.
Todos los Estados parte de la OPAQ se comprometieron en ese acuerdo a destruir tanto los arsenales de armas químicas que posean como las instalaciones que las hayan producido, así como las armas químicas que hayan abandonado en el territorio de otros países firmantes.
Los últimos componentes del arsenal que aún mantenía Moscú fueron desmantelados en las instalaciones de Kizner, en la república rusa de Udmurt, explicó la OPAQ.
Kizner ha sido la última instalación operativa utilizada para acabar con las armas químicas rusas, debido a que las otras (en Gorny, Maradykovsky, Leonidovka, Pochep y Shchuchye) completaron sus trabajos y se cerraron entre 2005 y 2015.