El pasado lunes dio comienzo el juicio en la ciudad de Denver, Colorado, por la demanda por agresión sexual interpuesta por la cantante Taylor Swift con el DJ David Mueller, a quien acusad e haberle agarrado los glúteos en medio de una sesión fotográfica

La gente cercana a Taylor Swift acusó directamente a Mueller de haberla agredido al tocarle por debajo de su falda durante una breve sesión de fotos el 2 de junio de 2013, antes de un concierto.

Por su parte el DJ y hasta ese entonces locutor de un programa
de radio, no ha dejado de negar dichas acusaciones, razón por la cual perdió su empleo a los dos días de haber sido señalado.

El propio DJ demandó a la cantante durante el mes de septiembre de 2015, argumentando que ella debió de haber ido directamente con la policía tras el incidente y no acudir con sus jefes. En ese sentido, responsabilizó a Swift por la pérdida de su empleo y de los ingresos correspondientes.

En una declaración, Daavid Mueller afirmó conocer este penoso incidente, sin embargo había señalado que la persona responsable de la agresión fue uno de sus amigos, quien lo había invitado a conocer a la cantante.

La artista contraatacó y demandó a Mueller en octubre de 2015 por agresión sexual.

En dicha demanda Taylor Swift argumentó haber sido “forzada a comenzar un concierto de una hora ante 13.000 seguidores cuando todavía estaba consternada tras haber sido tocada de manera tan inapropiada”.

Uno de los elementos clave del juicio es el análisis que haga el jurado de una foto publicada por el sitio especializado en celebridades ‘TMZ’.

En ella se ve a la cantante posando entre Mueller y su novia, y la mano del DJ al nivel del trasero de Swift, aunque no es posible determinar si lo está tocando.

Autora de éxitos como “Shake it off” o “Bad Blood”, la artista sólo pide un dólar simbólico por daños y perjuicios y sostiene que un fallo en su favor serviría de ejemplo a otras mujeres enfrentadas a situaciones como esta.