
Dos días después de un segundo ataque cibernético que ha afectado a decenas de empresas de grande envergadura en todo el mundo, Bruselas anunció una ayuda de 10.8 millones de euros (12.3 millones de dólares) a 14 países para que fortalezcan sus redes de equipos nacionales de respuesta a incidentes de seguridad informática.
Al mismo tiempo, llamó Europol a aportar más expertos a su unidad dedicada a los delitos informáticos, que dirigió la respuesta policial al ataque cibernético “WannaCry”, el pasado mes.
Según King, los ciberataques “se han vuelto más estratégicos” al amenazar “la infraestructura crítica y los procesos democráticos en Europa”.
La dependencia que tienen las “operaciones esenciales para el mundo empresarial y el sector público” de las redes de ordenadores hace que las infracciones en línea se conviertan en un problema “endémico”, añadió.