
Si algo nos enseñó el año pasado es que las encuestas son como los activistas de redes sociales: dicen mucho pero en realidad hacen poco. Por otro lado, este 2017 nos ha mostrado a lo largo de su paso que las promesas de campaña pueden ser muy atractivas pero poco realizables, esto en referencia a la gran promesa hecha por el ahora presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.
En las últimas semanas parece ser que se ha hablado más del muro, incluso más que cuando fue prometido para garantizar la ‘buena calidad de vida’ del ciudadano estadounidense. A casi cien días del gobierno de Trump, el Departamento de Seguridad Interna Estadounidense ha reconocido que solo se tienen recursos para los prototipos de dicho muro y no para su edificación. El magnate neoyorquino ha intentado convencer a propios y extraños, argumentando que de no construirse esta división fronteriza se pondría en riesgo al país entero, sobre todo a los jóvenes, pues las drogas estarían acechándolos.
Esta semana el senador republicano Ted Cruz presentó una iniciativa en la cual propone que el muro sea financiado con el dinero decomisado al narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán. Posteriormente, el senador Cruz invitó en redes sociales a los ciudadanos estadounidenses a sumarse a esta propuesta, en la que se solicita al gobierno americano emplear los 14 mil millones de dólares confiscados y así poner manos a la obra con la construcción del muro.
Entonces, ¿Trump logra, de una u otra forma, su cometido de que el muro sea pagado por México? Quizás no directamente a través del Gobierno de la República, pero sí por medio de las vidas que se han perdido a causa del crimen organizado en nuestro país.