En México, el 19 de septiembre es una fecha que convoca a la memoria colectiva sobre dos terremotos que dejaron huella profunda en el país: el de 1985 y el de 2017. Aunque ocurrieron con 32 años de diferencia, ambos sismos causaron gran devastación y conmoción, pero también mostraron la fortaleza, solidaridad y espíritu de resiliencia del pueblo mexicano.


En esos momentos críticos, la sociedad mexicana vio la heroica labor de miles de personas que se convirtieron en rescatistas, voluntarios, brigadistas y cuerpos de emergencia que trabajaron incansablemente para buscar sobrevivientes entre los escombros. Su esfuerzo encarnó la esperanza y la voluntad de rescatar vidas en medio del desastre.
Un capítulo muy especial en esa historia fue el papel crucial de los perros rescatistas, animales entrenados que con su agudo sentido del olfato y su valentía lograron localizar a personas atrapadas donde la tecnología humana no podía llegar fácilmente. La perra Frida, quizá la más emblemática, se convirtió en símbolo de esta labor indispensable que salvó muchas vidas y que sigue inspirando respeto y admiración.
Cada año, el 19 de septiembre también se realiza en todo México un simulacro nacional de sismo, el cual este 2025 tuvo lugar nuevamente hoy. Este ejercicio masivo busca mantener la conciencia y preparación frente a posibles futuros sismos, entrenando a la población en acciones seguras y rápidas para minimizar riesgos. Los simulacros incluyen alertas sísmicas, evacuaciones ordenadas y revisión de protocolos que involucran hogares, escuelas, oficinas y espacios públicos.
Estos simulacros y la memoria viva de los sismos pasados son recordatorios de la importancia de estar atentos, informados y unidos. México continúa fortaleciendo sus sistemas de emergencia, protección civil y comunidades resilientes, aprendiendo de su historia para proteger el futuro.
En este día de memoria y simulacros, honramos a quienes dieron lo mejor en los momentos más difíciles: personas y perros rescatistas que con heroísmo, amor y valentía hicieron posible salvar muchas vidas. Su legado es un llamado permanente a la preparación y solidaridad como pilares para enfrentar cualquier adversidad que pueda venir.